El embarazo es una etapa de muchos cambios para el cuerpo de una mujer, y el suelo pélvico es una de las áreas que más se ve afectada durante este proceso ya que, durante el embarazo, el suelo pélvico soporta un peso adicional debido al crecimiento del bebé y los cambios hormonales, lo que puede llevar a un debilitamiento o a un exceso de tensión en esta zona. Mantener un suelo pélvico activo, con conciencia, fortalecido y saludable es crucial para evitar problemas como la incontinencia urinaria, el dolor de espalda, la diástasis abdominal y otros inconvenientes que pueden surgir durante y después del embarazo.
¿Cuándo debo revisar mi suelo pélvico durante el embarazo?
Primer trimestre: estableciendo una base sólida
En el primer trimestre del embarazo, es un buen momento para hacer una revisión inicial del suelo pélvico. Aunque el peso del bebé aún no ejerce una gran presión, es importante conocer el estado actual de los músculos del suelo pélvico y del abdomen, para poder llevar un seguimiento controlado a lo largo de los tres trimestres. Comenzamos a aprender ejercicios de activación del transverso (“abrazo al bebé”) y de suelo pélvico. Una revisión temprana puede ayudarte a identificar si necesitas fortalecer o relajar ciertos músculos para prevenir futuras complicaciones.
Segundo trimestre: monitoreo y ajuste
A medida que tu embarazo progresa y tu bebé crece, es esencial valorar y revisar el estado de tu suelo pélvico. Una revisión durante el segundo trimestre te permitirá ajustar tu rutina de ejercicios según las necesidades cambiantes de tu cuerpo. Este es un momento clave para evitar el sobreesfuerzo o la tensión excesiva en los músculos del suelo pélvico y el abdomen, ya que pueden aparecer problemas como dolor lumbar, ciática o pubalgia en el embarazo.
Tercer trimestre: preparación para el parto
Durante el tercer trimestre, el enfoque cambia hacia la preparación del suelo pélvico para el parto. Una revisión en esta etapa es crucial para evaluar cómo se están adaptando los músculos a la presión adicional del bebé y para prepararlos para el proceso del parto. Los ejercicios de relajación del suelo pélvico pueden ser particularmente útiles para facilitar un parto más suave y menos doloroso. Trabajamos ejercicios de movilidad pélvica, masajes perineales para elastificar el periné, y prevenir desgarros o episiotomía. Además de trabajar posturas para facilitar la dilatación.
Beneficios de revisar el suelo pélvico durante el embarazo
Prevención de la incontinencia urinaria: Mantener un suelo pélvico fuerte ayuda a prevenir la pérdida involuntaria de orina, un problema común durante el embarazo y después del parto.
Reducción del dolor de espalda, abdomen y pubis: Un suelo pélvico saludable puede ayudar a estabilizar la pelvis y reducir el dolor de espalda, que es una queja común entre las mujeres embarazadas.
Preparación para el parto: Un suelo pélvico flexible y con buen tono puede facilitar el proceso de parto y reducir la posibilidad de desgarros o la necesidad de intervenciones médicas.
Conclusión
Revisar y cuidar tu suelo pélvico durante el embarazo es fundamental para asegurar un embarazo saludable y reducir las complicaciones durante y después del parto.
No dudes en consultar en Cuida Tu Pelvis todas las dudas para recibir orientación personalizada y asegurarte de que estás haciendo todo lo necesario para mantener tu salud y bienestar durante esta etapa tan especial de tu vida.
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